Desilusión colectiva

Desacato al sindicato corrupto,
con sus jerarcas de siempre
alardeando beneficios cagones
y bonificaciones como premio
por cumplimiento de metas que desafían la cordura.
La miseria no tiene clase social,
nos piden que nos unamos a ellos,
cuando ni siquiera
les podemos confiar un cigarrillo.
y fuimos a la lucha,
y miramos hacia atrás,
y hacia los costados,
y como siempre,
nos encontrábamos solos.

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