Resaca de invierno

tapándome un hoyito de la nariz a la vez
la congestión pasa
de un lado al otro
como un reloj de arena que contara
los segundos para el estallido de mis amígdalas

o como si el frío quisiera demorar
los efectos de su estadía mareándose
en los intervalos de mi alcohólica
y melancólica respiración

Deja un comentario